Cortamos los trozos de pan del día anterior. Infusionamos leche con azúcar, cáscara de un limón y una rama de canela. A continuación, empapamos los trozos de pan con la leche infusionada.
Batimos unos huevos para pasar el pan y freírlo en aceite de oliva virgen extra.
Una vez frío, pasamos la torrija por una mezcla de miel con un poco de vino oloroso D.O.P. Condado de Huelva.